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La peregrinación iluminada: cuatro lugares santos para el budismo
Una de las religiones más antiguas de la Humanidad, un fenómeno religiosos que escapa del teísmo, un compendio de sabiduría oriental que vuelve cada cierto tiempo para seducir a más occidentales. La filosofía de las Cuatro Nobles Verdades no constituye una religión organizada como las demás pero sí tiene algunos puntos en común; uno de ellos es el fenómeno de las peregrinaciones. Hoy hablamos de la peregrinación iluminada: cuatro lugares santos para el budismo.
Los lugares a los que acuden los seguidores de la doctrina explicada por el noble Siddartha Gautama están situado en la India. A pesar de que el budismo no es, ni mucho menos, mayoritario en la península del Indostán, los lugares en los que Gautama nació, alcanzó la iluminación y divulgó lo que había aprendido al convertirse en Buda (El Iluminado) se encuentran en su región natal: el noroeste de la actual República de la India y en el Nepal.
Aunque el origen étnico de las poblaciones en los que se sitúan estas cuatro localidades es hindú, el budismo no es mayoritario ni en estos lugares santos. Aún así, miles de budistas de diferentes ramas filosóficas dedican tiempo todos os años para acudir a estos lugares santos en los que se originó el budismo.
Lumbini: hace 2500 años el noble Siddartha Gautama vino al mundo en un palacio de esta localidad nepalí, o así lo cuenta la tradición. El nacimiento de personas carismáticas asociadas a cultos o filosofías siempre se magnifica, y Buda no es una excepción. La tradición cuenta que su padre, que pertenecía a la segunda casta más importante, la guerrera, consultó a los astrólogos cuál sería el futuro de su hijo recién nacido. El augurio predijo que el niño iba a tener una gran influencia espiritual. Su padre, temeroso de que abandonase su posición, lo recluyó en su palacio donde siempre estuvo rodeado de salud,juventud y belleza. Cuando tenía 29 años, Gautama se escabulló del palacio y tuvo los conocidos Cuatro Encuentros: vio por primera vez en su vida un hombre anciano, un enfermo, un cadáver y un asceta. Estas visiones le cambiaron tanto que decidió dejar atrás su vida en el palacio y seguir a un grupo de ascetas llamados sramanas. Esta decisión es conocida como La Gran Renuncia. Con el paso de los años y la expansión del budismo, Lumbini se convirtió en la primera etapa de la peregrinación budista.
Bodh Gaya: durante el tiempo que pasó junto a los sramanas Gautama aprendió a meditar y a privarse de los deseos materiales para poder eliminarlos. Bebía apenas las gotas de lluvia que resbalaban hasta sus labios y se alimentaba ocasionalmente con unos pocos granos de arroz. Esta privación lo sumió en una terrible debilidad que casi lo mata. Esta experiencia hizo que Gautama reflexionase sobre la conveniencia de una privación material tan extrema. Al fin y al cabo, entendió que un camino medio entre la mortificación del cuerpo y la indulgencia plena sensorial le ayudaba en su meditación, incrementaba sus energías y ampliaba su lucidez. Decidido a seguir este Camino del Medio, Gautama llegó a la localidad de Bodh Gaya, comió un poco y se sentó bajo una higuera Bodhi, un árbol sagrado, con el propósito de no levantarse hasta que hubiese resuelto el problema del sufrimiento humano. Al final, Gautama alcanzó el Nirvana y dejó atrás el samsara, la rueda del sufrimiento y reencarnación en la que vivimos. A partir de aquí se le comenzó a conocer como Buda. La localidad de Bodhi Gaya, próxima a Benarés, se convirtió en un punto de peregrinación para los budistas.
Sarnath: después de alcanzar la iluminación, Buda reflexionó sobre si debía contar cómo lo había conseguido o no. Al final, se decidió a explicar a los demás cómo era posible romper el ciclo eterno del nacimiento y sufrimiento. Fue en la localidad de Sarnath donde Buda se decidió a explicar sus enseñanzas a quien quisiese escuchar. Hoy en día esta localidad del noreste de la India conserva un impresionante stupa, (túmulo funerario donde se daba sepultura en posición sedente a los sramanas.
Kushinagar: a la edad de 80 años, Buda anunció que pronto abandonaría su existencia terrenal. Poco tiempo después de este augurio. Sufrió una intoxicación alimentaria y murió en un bosque de Kushinagar (Uttar Pradesh, India) rodeado de discípulos.
Debido a los propios principios budistas, poco rígidos en cuanto a la importancia de la jerarquía clerical, estos lugares de peregrinación muestran una mezcla entre turismo “ordinario”, interés por lo exótico y genuina peregrinación religiosa pero, sobre todo, nos demuestran el carácter universal del fenómeno de las peregrinaciones.