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El Camino de Santiago encara la mundialización
Las noticias sobre el proceso de mundialización que encaran los Caminos de Santiago se han sucedido a lo largo de la semana. Desde los 36.000 peregrinos que alcanzaron la ciudad del Apóstol en junio hasta la declaración del Camino del Norte y el Primitivo como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco o la previsión de que este 2015 va a ser el que más personas peregrinen hasta la ciudad. Parece que más de dos décadas después de aquel Xacobeo 93,la popularización global parece un hecho.
Los datos extraídos de la web de la Oficina del Peregrino apuntan a que este verano el Camino de Santiago se consolida como un destino atractivo en el extranjero y llama la atención, sobre todo, a un público adulto inmerso en esa gran franja de edad que va desde los treinta a los sesenta años. Durante el mes de junio de 2015 en la Oficina de Peregrinaciones se recibieron 35.924 peregrinos; el anterior Año Santo en 2010 fueron 33.757. De estos peregrinos, 16.671 (46,41%) son mujeres y 19.253 (53,59%) hombres.
A pie llegaron 31.328 (87,21%), en bicicleta 4.431 (12,33%).
Las nacionalidades de los peregrinos durante el mes de junio nos aportan un dato muy relevante. No es habitual que haya más peregrinos extranjeros que españoles, aunque las cifras sean parejas. Junio de 2015 es uno de esos meses en los que el número de peregrinos extranjeros superan ampliamente al de los españoles: 22.219 foráneos frente a 13.705 del sur de los Pirineos.
El origen de los peregrinos también apunta al proceso de la mundialización: Italia, con 3.225 peregrinos, continúa en cabeza en la lista de países con más apego a la tradición jacobea pero el mes de junio confirma una tendencia de años atrás: los peregrinos estadounidenses, con 2.997 en junio, son los segundos más numerosos en la Oficina del Peregrino. Les siguen Alemania, con 2.899; Francia, con 1.783; Portugal, con 1.675; Irlanda, con 859 ; Reino Unido, con 802 y Holanda, con 771.
Los datos son relevantes porque el último Año Santo se celebró hace ya un lustro. La tendencia ascendente se mantiene a pesar de que la ruta no cuenta con campañas de publicidad institucionales tan fuertes como en años anteriores, o por lo menos, el Camino de Santiago aparece dentro de la oferta cultural y de ocio dentro de la promoción autonómica de Galicia.
Junto a estos datos de junio, que unidos a los totales del año dan un resultado cercano a los 100.000 peregrinos en los primeros seis meses de 2015, encontramos que la Unesco ha declarado el Camino Primitivo y el Camino del Norte como Patrimonio de la Humanidad. De todas las vías a Compostela, solo el Camino Francés recibía el tratamiento especial de la comisión de la ONU.
La conclusión lleva a atribuir a la sinergia producida entre el trabajo de Turismo y Promoción, Conservación de Bienes Patrimoniales y el trabajo desinteresado de Asociaciones de Amigos del Camino y peregrinos particulares.
La franja norte, noroeste y central de la península no puede competir con el atractivo del clásico “sol y playa” de la vertiente mediterránea así que, ¿qué ofrecer? Una alternativa basada en el turismo de experiencias; el Camino, todos los caminos, son un sendero que conduce hacia todo lo que tiene que ofrecer las comunidades del Norte: patrimonio histórico, gastronómico y natural.
Es aquí cuando entra la dimensión mundial del Camino de Santiago. No se trata solo del empeño de las comunidades autónomas sino la perspectiva que el boca a boca y los medios comunicación digitales han hecho por el camino. La acumulación de historias personales compartidas en Youtube, Facebook, o en blogs, la posibilidad de emprender un viaje a un buen precio, y sobre todo, la posibilidad de dejar atrás una rutina en la que la prisa y la constante comunicación a través de dispositivos se ha convertido en la norma para muchos.
Para corroborar esta apreciación, basta ver que los segmentos de población que más peregrinan son los empleados por cuenta ajena y los dedicados a profesiones liberales. Los números ratifican esta tendencia al alza; los peregrinos proceden de países con un alto nivel de vida y esperan encontrar en las rutas a Compostela aquello que se deja atrás en el día a día como conocer un territorio sin seguir una guía de consumo preestablecida, conocer gente fuera de los canales habituales o encontrar un momento en el que estar a solas consigo mismo.
El futuro del Camino de Santiago promete ser global, con las dificultades y retos que supone pero es un desafío en el que las opiniones e ideas de cada uno cuentan.
¡Buen Camino!