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Amigos del Camino de Santiago, una comunidad que quiere permanecer
Este fin de semana se celebró en Santiago de Compostela el primer encuentro internacional en Galicia de las Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago. Un foro en el que el tejido asociativo nacido alrededor del fenómeno de las peregrinaciones encontró una plaza para reflexionar sobre las tareas y los retos que afrontan los amigos del camino en su defensa de las vías a Compostela. El principal reto diagnosticado fue el del relevo generacional porque los Amigos del Camino de Santiago es una comunidad que quiere permanecer en el tiempo.
Las 154 asociaciones jacobeas se reunieron en el marco de la celebración del octavo centenario de la peregrinación de San Francisco de Asís a Santiago de Compostela. La visita del santo de Asís no solo fue uno de los principales impulsos para el Camino en sus inicios, sino que también contribuyó a que las órdenes religiosas y los poderes temporales de su tiempo estableciesen un primitivo sistema de atención a los peregrinos. De aquellos primitivos hospitaleros que dependían de las parroquias, se ha llegado hoy a las asociaciones de amigos del camino y a los hospitaleros voluntarios o a los hosteleros profesionales.
Las asociaciones reconocieron que el Camino de Santiago se enfrenta a un proceso de mundialización y popularización nunca antes conocido. Nunca en la historia reciente el Camino de Santiago había sido recorrido por tal cantidad de personas con intereses tan diferentes; ya no se trata tan solo de devotos católicos o personas con promesas por cumplir delante del sepulcro de Santiago el Mayor. El Camino, aseguraron, atrae hoy a quienes tiene un interés cultural, deportivo o terapéutico: muchos peregrinos entienden el Camino de Santiago como una forma de desconectar de las interacciones sociales basadas tan solo en el interés y los negocios, mediatizados por los dispositivos de comunicación.
El Camino de Santiago sirve para encontrarse a uno mismo al tiempo que se descubre a un nuevo “otro”, encarnado en todos los que completan el Camino, antes, durante o después de nuestra travesía.
A pesar de esta revalorización del Camino de Santiago, muchos asociados se mostraron preocupados por que las tareas tradicionales asumidas por las agrupaciones se queden sin un relevo generacional necesario para mantener esta tarea.
Vigilar el patrimonio histórico o natural, comprobar las incidencias en las sendas o dar a conocer la actualidad y divulgarlo a las comunidades peregrinas nuca fue tan fácil como en la era de la información, pero faltan más jóvenes que recojan el testigo del espíritu de los Amigos del Camino de Santiago.
El turista y el peregrino
Uno de los debates más apasionados de las jornadas tuvo como materia de discusión la distinción entre turista y peregrino. La conclusión a la que se llegó hizo hincapié en la necesidad de mejorrar la información: hay que remarcar la diferencia entre entre turismo y peregrinación. La peregrinación todavía conserva un motivo intangible que va más allá del disfrutar de un entorno o conocer unos lugares, sobre todo en los peregrinos de largo recorrido. Los amigos del Camino también señalaron que es necesario aclarar que para ser considerado peregrino hay que recorrer cien kilómetros del Camino para obtener la “Compostela”.
Otra de las conclusiones del congreso apuntó a la necesidad de coordinar administraciones locales,autonómicas y estatales, junto a la Iglesia, para establecer una nueva red de albergues y atención a los peregrinos. Se apuntó a esta posibilidad atendiendo a la paulatina masificación de las rutas y a la necesidad de reafirmar el carácter espiritual y ecuménico del Camino de Santiago.